Tuesday, March 06, 2007

El Barco de la Ilusión

Fritz Glockner
Ediciones B.

Una novela que pretende ser un homenaje al cómico mexicano Tin-Tan, pero que resulta un mal trabajo.

El título de la novela hace alusión al nombre del primer programa de radio en el que trabajó Germán Valdés Tin-Tan. Genaro Cipriano, un joven estudiante de periodismo, conoce a Adriana, una fan del cómico que está escribiendo una biografía sobre el mismo. Para poder acercarse a la chica, GC tendrá que conocer más de su tocayo Tin-Tan.

El libro se puede dividir en dos partes: la historia de Genaro y Adriana, y la vida de Tin-Tan, que se supone está escribiendo Adriana y que nosotros leemos a través de los ojos de Genaro. Es esta segunda “parte” del libro la que resulta medianamente rescatable, principalmente por las anécdotas poco conocidas de la vida del cómico. Sin embargo, quizá a falta de más material, el autor “completa” su narración transcribiendo escenas y diálogos completos de varias de sus películas, lo cuál resulta un recurso “para rellenar”. Por otro lado, el autor ”dibuja” a Germán Valdés como si todo el tiempo fuese el personaje de Tin-Tan, como si nunca pudiera haber estado serio o usado un lenguaje propio, y nos da a entender que en las películas era él mismo, que no estaba interpretando, y por lo tanto restándole merito a su trabajo.

Ni que decir de la “otra historia”. La trama de Genaro y Adriana no tiene ni pies ni cabeza. Llena de diálogos acartonadísimos propios de telenovela, por momentos quiere ser “Entre Pancho Villa y una Mujer Desnuda” cuando Tin-Tan habla en la cabeza de Genaro, pero después se olvida de ese recurso y al final ni se acuerda que lo estaba usando. Su historia no va a ningún lado, y sólo es un pretexto para ir intercalando la biografía de Tin-Tan. Tan falta de imaginación llega a tener, que los protagonistas hacen una visita a Martínez Solares, el director de las mejores películas de Tin-Tan, sólo para repetir cosas que ya estaban incluidas y dichas en la biografía.

Un trabajo bastante malo que, insisto, solo llega a salvarse por la información que contiene sobre el cómico. Sin embargo, en ese caso quizá valga más la pena leer la biografía que escribió la hija de Germán Valdés.

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