Neal Stephenson
Ediciones B
Este autor conocido por sus novelas cyber-punk, presenta uno de sus proyectos más ambiciosos, en una novela inclasificable pero en extremo entretenida e interesante. Parte novela histórica, parte ciencia ficción, esta obra trata sobre la guerra, las matemáticas, los negocios, los hackers, la vida, las relaciones humanas, y por supuesto, la criptografía.
La trama gira alrededor de tres personajes y dos épocas distintas. Durante la Segunda Guerra Mundial seguimos a Bobby Shaftoe, un soldado no muy brillante, adicto, pero con un gran sentido del deber y de supervivencia. Estas capacidades le llevarán sin querer a formar parte de un grupo de elite con una misión especial. En la misma época tenemos a Lawrence Waterhouse, un joven ingenuo con una singular habilidad para las matemáticas, que formará parte del equipo encargado de tratar de descifrar los códigos nazis. Por último, en la época actual, seguimos a Randy Waterhouse, nieto de Lawrence, quién es un ingeniero de sistemas tratando de cerrar un negocio de telecomunicaciones en una isla del Pacífico. Al parecer sin relación, las tramas se irán hilando poco a poco en una historia llena de acción, suspenso, ciencia y aventura.
Stephenson es un gran narrador, y sobre todo es un hombre muy inteligente, por lo que la novela, aunque es muy larga, nunca pierde su interés. La historia no es lo más profundo de este trabajo y por momentos es sólo un pretexto para que el autor nos platique sus ideas y teorías sobre temas muy diversos. Principalmente la guerra, y el papel primordial que la criptografía desempeñó en ella, pero también las matemáticas, la ingeniería, los negocios hoy en día, la búsqueda de tesoros, la tecnología como base de los negocios en el futuro, los dioses de antaño y hasta las relaciones personales y el honor.
Se trata de una novela repleta de momentos llenos de humor e ironía, otra característica de los trabajos de Stephenson. En particular todos aquellos que trabajen en sistemas disfrutarán de la forma de ser y de pensar de Randy Waterhouse.
El aspecto más débil de la obra es su tamaño y el abanico de temas que trata de abarcar. Ya que la gente que le interesa la Segunda Guerra Mundial pudiera aburrirse con las largas reflexiones matemáticas de Lawrence Waterhouse, o quienes gustan de los negocios pudieran cansarse de las andanzas militares de Bobby Shaftoe. Hay que tener un poco de paciencia por momentos para poder disfrutar de la trama como un todo.
Criptonomicón es una sola novela, que los editores decidieron dividir en tres libros (1 El Código Enigma, 2 El Código Pontifex y 3 El Código Aretusa), de forma completamente arbitraria. Por lo tanto no sería justo tratar de juzgar cada libro por separado. El primer libro pareciera que no dice nada, pero eso se debe a que se trata del primero de tres actos, en el cuál se establecen las bases de la trama y los personajes. Así que todos aquellos que compren el primer tomo y sientan que la historia no va a ningún lado, no desesperen.
Interesante, inteligente, genial por momentos, el ambicioso proyecto de Stephenson, Criptonomicón, es sin duda alguna una obra maestra de la ficción. Completamente recomendable.
La trama gira alrededor de tres personajes y dos épocas distintas. Durante la Segunda Guerra Mundial seguimos a Bobby Shaftoe, un soldado no muy brillante, adicto, pero con un gran sentido del deber y de supervivencia. Estas capacidades le llevarán sin querer a formar parte de un grupo de elite con una misión especial. En la misma época tenemos a Lawrence Waterhouse, un joven ingenuo con una singular habilidad para las matemáticas, que formará parte del equipo encargado de tratar de descifrar los códigos nazis. Por último, en la época actual, seguimos a Randy Waterhouse, nieto de Lawrence, quién es un ingeniero de sistemas tratando de cerrar un negocio de telecomunicaciones en una isla del Pacífico. Al parecer sin relación, las tramas se irán hilando poco a poco en una historia llena de acción, suspenso, ciencia y aventura.
Stephenson es un gran narrador, y sobre todo es un hombre muy inteligente, por lo que la novela, aunque es muy larga, nunca pierde su interés. La historia no es lo más profundo de este trabajo y por momentos es sólo un pretexto para que el autor nos platique sus ideas y teorías sobre temas muy diversos. Principalmente la guerra, y el papel primordial que la criptografía desempeñó en ella, pero también las matemáticas, la ingeniería, los negocios hoy en día, la búsqueda de tesoros, la tecnología como base de los negocios en el futuro, los dioses de antaño y hasta las relaciones personales y el honor.
Se trata de una novela repleta de momentos llenos de humor e ironía, otra característica de los trabajos de Stephenson. En particular todos aquellos que trabajen en sistemas disfrutarán de la forma de ser y de pensar de Randy Waterhouse.
El aspecto más débil de la obra es su tamaño y el abanico de temas que trata de abarcar. Ya que la gente que le interesa la Segunda Guerra Mundial pudiera aburrirse con las largas reflexiones matemáticas de Lawrence Waterhouse, o quienes gustan de los negocios pudieran cansarse de las andanzas militares de Bobby Shaftoe. Hay que tener un poco de paciencia por momentos para poder disfrutar de la trama como un todo.
Criptonomicón es una sola novela, que los editores decidieron dividir en tres libros (1 El Código Enigma, 2 El Código Pontifex y 3 El Código Aretusa), de forma completamente arbitraria. Por lo tanto no sería justo tratar de juzgar cada libro por separado. El primer libro pareciera que no dice nada, pero eso se debe a que se trata del primero de tres actos, en el cuál se establecen las bases de la trama y los personajes. Así que todos aquellos que compren el primer tomo y sientan que la historia no va a ningún lado, no desesperen.
Interesante, inteligente, genial por momentos, el ambicioso proyecto de Stephenson, Criptonomicón, es sin duda alguna una obra maestra de la ficción. Completamente recomendable.
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